Las 3 Luces
En el firmamento me he encontrado
un par de ojos y una blanca sonrisa
que me miran y me hacen un llamado
para ocultarlas de la luz del día.
Cada noche tocan en mi ventana
en forma de caricias hechas brisa,
dicen ser la luna y un par de estrellas
que solo viven en mi poesía.
En esa palabra tan disonante
que a mis oídos suena tan insípida,
esa rima siempre tan vacilante
que forma las estrofas pesimistas.
Volviendo a mi melancólico ser
aquel trío de luces me diría
qué es lo que por ellas tengo que hacer:
escribir y pintarlas con mi tinta.
En el medio del oscuro crepúsculo
se dislumbra mi silueta sombría
sobre mi cama y aquel blanco muro
donde la luz nocturna posaría.
La luz crece en mis ojos, lacerante,
reflejando la luna que me guiña
y mi corazón cantando a la noche.
Así, con mi alma fuerte y rozagante,
empuño un lápiz desde la repisa
y en versos dejo mi esencia de noble.
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